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¡BIENVENID@S! a mi Blog personal.

Desde aquí, espero transmitiros, todas la emociones, sentimientos, alegrías, penas y satisfacciones, que mi pluma sea capaz de plasmar sobre el folio.

Espero que os guste y al menos durante los minutos de lectura de éste, vuestras emociones, sensaciones, sean como mínimo, gratificantes y enriquecedoras.

Un abrazo.
Annia




martes, 3 de mayo de 2011

DECLARACIÓN DE AMOR



Después de echar al carta en el buzón de correo. Vanesa marcó el nº del móvil de Eduardo y a los pocos segundos le oía decir:

- Vanesa?

- Si, soy yo Eduardo

- ¡Hola corazón ¡ ¿Dónde andas?

- Voy camino de la empresa. ¡ Te hecho de menos ¡

- Y yo a ti.

- Sólo queda dos semanas Vanesa. El proyecto terminará y volveré a casa.

- Ya lo sé, pero... El jueves es nuestro aniversario...

- Lo sé. Lo celebraremos cuando vuelva.

- Si. Pero no podía espera para darte uno de mis regalos. Te lo he mandado por correo.

- ¿Por correo? ¿Qué es?

- Es una carta, pero una carta muy especial.

- Seguro... ¡Tan especial como tú ¡ ¡ Te quiero ¡ estoy deseando volver a casa.

- Y yo a ti. Ya queda menos.

- Vanesa te dejo, tengo que trabajar, te llamo esta noche a casa.

- Vale. Cuídate cariño.

Mientras hablaban, Vanesa había llegado hasta un pequeño parque. Se sentó en uno de los bancos de éste. El día era soleado a pesar de que el Otoño ya empezaba a zarandear las hojas de los árboles que esparcidas a su alrededor anunciaban sin dudas el próximo Invierno. Sacó del bolso el borrador de la carta que le había enviado a Eduardo. ¡ Le quería tanto ¡ Su vida desde que le conoció no era la misma. Releyó el borrador mientras descansaba.

Hola cariño? Hoy que te tengo tan lejos, viene a mi mente el día en que mis ojos descubrieron que el amor existía. Y desde esta carta, ¡Mi cielo! Rememoro en mí interior aquel bello momento en que te di mi amor.
Llegaste con tus amigos. En una ciudad con mar, te conocí, al murmullo de las olas, llegó tu amor hasta mí. Recuerdo cuando nos presentaron, todo lo que veía en ti.
Estabas lleno de ilusiones, de utopías, de idealidades, estabas lleno de vida y cantabas tus versos a los mares.
Mis ojos se iluminaron, se llenaron de ilusión. Desprendías sin saberlo toda la esencia del amor.
Contigo hablando, fui descubriendo un mundo lleno de estrellas y soles. Lleno de fantasías y melodías que desprendían el aroma de mil flores.
Llegaste como llega el día en una noche cerrada, llenando de luz el horizonte, envolviendo con tus gestos, ¡Éste alma!
Contigo fui caminando por aquella vereda empinada. Tú, me acercabas tu mano si me veías cansada. Y fue pasando la noche y mientras que íbamos hablando, yo me imaginaba en tus ojos y me acurrucaba en tus brazos.
Tu me decías muy serio: ¿Por qué darle la espalda a la vida, cuando ésta tu orgullo hiere y tu alma lastima ?, Si como en la naturaleza, todo renace; todo en primavera vuelve a vibrar.
Vuelven las hojas a las ramas y los capullos de seda que son cuna de las mariposas, abren sus puertas y éstas a la vida sus ojos asoman. De una tarde de lluvia puede salir el sol, coronado por un Arco Iris que despliega todo su color.
Como bellas melodías tus palabras resbalaban hacia mí corazón, con un murmullo tan leve que éste se emocionó y el amor sintió.
Y la honda melancolía que existía en el ayer, se vistió de poesías ante la belleza que tú pusiste en él.
Junto a ti, que seguías cantando tus bellos versos al mar, mis lágrimas se convirtieron en dulce agua transparente como el cristal. ¡Eran tan suaves! Como un murmullo de voces que silbaban el canto de amor a la vida que junto a ti, se respiraba.
Mis ilusiones renacieron y volaron por un universo lleno de planetas, formados por mil promesas, mil ¡Te quiero! Con estrellas que se nutrían con la luz que tú desprendías, con una luna iluminada con el amor que en mí encendías.
Mis pupilas azules se reflejaron en el mar, recogiendo con mimo y cuidado los versos que a él le mandabas. Y como sombra de ti, reflejada en mí mirada, descubriste al mirarte en ella a una mujer enamorada.
Sobre la arena caliente por el abrazo de un día de sol, se fundieron nuestros cuerpos con el más cálido calor. Las olas convertidas en espuma acariciaban nuestros pies, las estrellas y la luna ruborizadas por éste querer, presurosas se volvieron hacía el mar para dejarnos con nuestra intimidad.
Pasaron las horas lentas envolviendo nuestros besos. ¡Recuerdo como planeábamos los más hermosos sueños ¡ El amanecer los trajo, iluminando con su luz dos vidas que se convirtieron en una sola senda, con un mismo destino. ¡El amor que tú y yo desde entonces compartimos!
Doy las gracias a la amiga que un día nos presentó. Sin saberlo, unió dos vidas destinadas a un mismo amor.
Cada noche cuando vuelvas, miraremos desde nuestro balcón, como lucen las estrellas y la luna con todo su esplendor, iluminando dos corazones que junto a las olas del mar, se convirtieron en uno solo. ¡Tú y yo!

Por esto te escribo esta carta, recordando con ella que éste amor es lo más hermoso que nos a podido suceder.

Díselo a tus amigos, mientras que estas ahí, a los de aquí se lo diré yo.
Que sepan lo que encontrarán cuando su corazón esté lleno de amor.

Un beso: 

Tu amor.

Annia Mancheño 

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