Existía en ellas, dolor, tristeza, añoranza, vagando por el espacio que nos separaba, esperando que de una manera mecánica, pusiéramos en aquellas manos diminutas, algo con que alimentar sus desnutridos cuerpo.
Me acerqué, con una chocolatina entre los dedos, esperando encontrar una sonrisa que me mirara, a la altura de mi cintura, para borrar todo el horror, captado en aquellas imágenes, pero esta, no nació. Ya estaba muerta, antes de ver la luz de su futuro.
Annia Mancheño
No hay comentarios:
Publicar un comentario