En el patio gritaba la chiquillería
Por los corredores corrían riendo,
Patio andaluz, con fuente incluida
Dónde los vecinos veían pasar la vida.
Desde los balcones se oían las voces
De las madrecitas que nos reclamaban,
¡Vamos que es la hora! La cena ya está preparada.
Mientras que los niños sordos se quedaban.
Subíamos riendo por las escaleras,
Jugábamos a escondernos entre sus portadas,
Y con risas frescas cada madrugada
Decíamos ¡ Hola! a su intima cara.
Juegos infantiles contemplaban el patio
Conviviendo en silencio con la fantasía,
Entre realidades de unos y otros
Que entre sus paredes lloraban y reían.
Fueron otros tiempo y en Andalucía
Aún no se vivía con grandes progresos,
Era el pasatiempo sacar de la fuente
Agua que mojaba nuestras tiernas frentes.
Ya se quedó atrás… ¡Ya duerme su sueño!
Aquel al que llamábamos El Patio de Madarriaga,
Sobre sus escombros nacieron otros hogares…
Envuelta en recuerdos quedó mi infancia.
Annia Mancheño
Annia Mancheño
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