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¡BIENVENID@S! a mi Blog personal.

Desde aquí, espero transmitiros, todas la emociones, sentimientos, alegrías, penas y satisfacciones, que mi pluma sea capaz de plasmar sobre el folio.

Espero que os guste y al menos durante los minutos de lectura de éste, vuestras emociones, sensaciones, sean como mínimo, gratificantes y enriquecedoras.

Un abrazo.
Annia




martes, 10 de mayo de 2011

DENTRO DE UN SUEÑO DORADO

                                                                                                                             

Anabel llegó a casa. Dejando caer el bolso sobre el mueble que adornaba la entrada, se apresuró a quitarse los tacones y descalza se dirigió al sofá, donde se dejó caer agotada. Eran las nueve de la noche. Llevaba fuera de su hogar desde las siete y media de la mañana. Y apenas en unas horas, después de descansar, tendría que volver a salir con rumbo a su trabajo.
Le gustaría parar el tiempo, ¡ Necesitaba tanto de éste para aprender y sentir la vida al pasar !
Quisiera parar el tiempo, dejarlo anclado, como se deja reposar un barco en el mar, y en la quietud de la inmensidad de éste, cerrar sus ojos y soñar. Y eso hizo durante unos minutos.
Con estos cerrado, contemplo una casita blanca, sin ninguna ostentación, un jardincito con flores, y un pequeño porche donde sobre una butaca que se balanceaba. A lo  lejos, campos y campos adornados con Amapolas vestidas con el color de la pasión, sobre el horizonte, ese mar que su alma enamoraba, sobre una línea imaginaría, el sol que la despertaría Esparcidas por doquier, otras casitas más. De sus chimeneas brotando un humo blanco grisáceo, en el aíre el aroma de café y pan.
Se balanceo suavemente, ¡Había en su alma tanta paz! Se encontraba en el centro de un sueño dorado. ¡ Era tan fácil imaginar !
Dentro de su propio sueño, se levantó y entró en casa, había que comenzar el día. Un café, unas tostadas, ¡Por supuesto de ese exquisito pan que se amasa con lentitud sin las prisas de la ciudad !
Unas manos, rodearon de pronto su cintura, sobre sus labios, depositaron un beso de amor, de su boca surgió un: ¡ Te quiero ¡, en su mirada, se encendió la ilusión. 
Dejó que ésta traspasara la ventana. Fuera, una suave brisa movía las hojas de un manzano al pasar; en los caminos, labriegos que marchaban a trabajar.
Mientras iban asomándose a las ventanas, los rostros sonrientes de mujeres y niños quese disponían a disfrutar de su hogar 
Y seguían pasando las horas en su imaginación. Los leños de su chimenea empezaban a cantar, jugando con  Doña Llama, las chispas entonando sus canciones iban.
Y mientras pasaban esas horas, lentas, encerradas en su rincón favorito, en sus manos, pinceles con el arco iris dibujado, sobre el lienzo, iban dejando un paisaje que su vista desde la ventana estaba atrapando. Como fondo, una música suave, voces agradables entre canción y canción; sobre el sofá un libro que esperaba, y unas cartas en el cajón para enviar .
Se  acercaban pasos. Atardecía ya... unos besos infantiles, dijeron:  ¡Hola mamá !. A su lado enamorado, un abrazo sin palabras, unas caricias que aguardaban la nocturnidad, para con la luz de la luna sobre ella dejarse posar.
Extendió las manos.... ¡No!
Abrió los ojos. El teléfono estaba sonando. El sueño terminó. Volvió a cerrarlos. ¡ Era inútil ! Ya no estaba. ¿ Se habría marchado con el sonido del teléfono que sonaba ?,
 ¿ Tendría al día siguiente él también que trabajar ?  Él no lo sabía, pero ¡Ella si!, Así que ya valía de soñar. Tenía que descansar. Mañana le esperaba un día duro, pero bueno... más duro sería no tener donde fichar, aunque  era poco un sueldo,  éste ayudaba a seguir con su vida.
¿El sueño ? ¡ Ya volvería !
Soñar no costaba dinero, y siempre que quisiera, lo tendría su imaginación .
Pero... se quedó un momento pensativa: ¿ Y si éste no llega jamás ? ¿Y si una vez en su casa soñada, no me sé adaptaba ?
Por qué no... se contesto inmediatamente. Le gustaba la tranquilidad, contemplar el mar, ver las flores abrirse, mirar las estrellas cuando el sol se iba a descansar. Además, ella no pretendía  vivir como su madre. ¡ Qué recuerdos aquellos... ! Las prendas blancas, tendidas al sol, las noches oyendo su maquinita de coser, aquel barreño que lleno de agua claras que su  cuerpecito refrescó  tantas veces, Hummm.. aquellos merengues cuadrados que a la panadería traía su padre, aquellos cubitos que de agua llenaban en el mar....
¡ Qué bellos momentos para recordar !
¡ Ahora tenían muchas más comodidades para vivir !. Sólo tendría que aprender, a prescindir de los lujos innecesarios de la ciudad y seguro que se encontraría en paz.
Si los suyos estaban con ella... ¿ Qué podía pedir más ?
Así, que esperó que su sueño, pronto, pronto, pudiera llegar. De momento, era hora  de olvidarlo, tenía que descansar.
Por cierto... se olvidaba de una cosa... ¿ De qué iba a comer si algún día su sueño se hacía realidad? Ya vería... Algo productivo que hacer , encontrarían sus manos .

Annia Mancheño


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