Amanecen entre los dedos versos...
¡no siempre con sol de espejo
donde poderse mirar!
Mueren también entre ellos
bailando al compás del sentimiento
un átomo de tranquilidad.
Con la tinta gritan al viento
poniendo en sus gritos palabras
que absorben la soledad,
agua que llene los mares
donde navegan los sueños
que buscan las orillas de la paz.
No siempre el verso es romance
que cuenta la historia radiante
de amores que naciendo están,
despiertan entre oraciones,
al duende de los dolores
que duerme en el silencio
cuando inmóvil el verso está.
Poema y plegaria en uno,
enlazan como cadenas
la alegría y la tristeza,
condenando a la letra impresa
a vivir a veces a su pesar.
No siempre amanecen versos
entre los dedos que vuelan
por el pergamino blanco...
¡Despiertan! ¡ Sí, despiertan!
Pero cuando abren los ojos
llenos de lágrimas están.
Y estas vestidas de negro
buscan en el grito el consuelo
cuando con el verso..
¡ Muero!
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