En la soledad de mi rincón, siento la nube de la incertidumbre posarse. Palabras que traen preguntas, dentro de conversaciones, llenan mi mente de la extraña sensación de que la vida es una continua interrogación. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
¿Por qué se juega con los sentimientos?
¿Por qué se duda de la amistad?
¿Por qué se juzga sin conocer?
¿Por qué se habla sin saber?
¿Por qué somos tan puñeteros a la hora de intentar manipular la vida de los demás?
¿Por qué no aprendemos de una vez, que la sinceridad no siempre se puede usar?
¿Por qué no andar nuestro camino, sin poner barreras a los demás?
¿Por qué tenemos que utilizar la sensibilidad de los demás, para con ella hacer un paquete de risas y desprecios, que demuestra que nuestro interior tan solo es un saco vacío de sentimientos respetuosos, que no somos capaces de ocultar?
¿Por qué tenemos que poner etiquetas a todo lo que no somos capaces de entender?
¿Por qué dudar de que exista la lealtad?
¿Por qué tenemos que valorar según nuestras monedas, todo lo que hacen los demás?
¿Por qué la hipocresía se disfraza de mil caras ?
¿Por qué no podemos vivir y dejar vivir; sentir y dejar sentir; amar y dejar amar;ser libres y dejar ser libres y respetar la libertad de los demás.
¿ Por qué no podemos ser personas con humanidad y no ignorantes, que no llegamos a aprender a respetar la vida de los que en nuestro camino se cruzan y se atreven a mirarnos a los ojos con sencillez ?
¿Por qué?, ¿ Por qué ?, ¿ Por qué ?
¿Por qué no vivimos y dejamos a los demás que vivan también?
¿Por qué no empezamos a crecer y dejamos que los demás lo hagan también?
¿Por qué la vida es una sucesión de porqués y se quedan tantos porqués sin contestar?
Quizás como dice Seneca:
“La ley de la vida es la misma que la de los baños, la de las multitudes, o la de los caminos. Te aflige ciertas cosas y te suceden otras.
Vivir no es una delicadeza. Has aprendido una larga senda. Por fuerza te tambalearas y tropezaras y caerás y te sentirás agotado y exclamaras:
¡Quiero morir! Es decir, mentira.
En un sitio dejarás a un compañero en otro lo enterraras, en otro lo temerás. Entre tales agravios se recorre este camino escabroso.”
Nadie es tan ignorante, como para no saber que un dia tiene que morir. Por qué entonces no vivir y dejar vivir en paz.
Annia Mancheño
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